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En un sentido riguroso, un producto es una serie de atributos conjuntados en forma reconocible. Todo producto se designa con un nombre descriptivo (o genérico) que entiende la gente, como acero, seguro, raquetas de tenis o entretenimiento. Los atributos como nombre de marca y servicio después de la venta, que activan la motivación del consumidor o sus hábitos de compra no intervienen en absoluto en esta interpretación. De acuerdo con ella un HP y un DELL serian el mismo bien: un computador.
La finalidad de una empresa es satisfacer a los consumidores y, al hacerlo, obtener una ganancia. Fundamentalmente cumple este doble propósito por medio de sus productos. Una compañía no puede tener éxito si no planea y desarrolla productos nuevos. A la larga no logrará vender muy bien un producto malo.
Si queremos obtener ventas cuantiosas y buenas utilidades, un fabricante de bienes industriales o de bienes de consumos ha de contar con una estrategia explícita respecto al desarrollo y evaluación de productos nuevos. Esa estrategia debería guiar todos los pasos del proceso necesario para desarrollarlos.
Una estrategia de productos nuevos es un enunciado en que se indica la función que se espera que el producto desempeñe en la obtención de las metas corporativas y de marketing.
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